
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud mental, “más que la ausencia de trastornos o discapacidades mentales…es un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad.” La salud mental es un conjunto de factores psicológicos, sociales y biológicos. La promoción de la salud mental va mano a mano con el entorno de la persona ya que en lugares de bajo recursos y alto crimen existen más factores de estrés. Por ejemplo, en situaciones de violencia doméstica la víctima está expuesta al miedo, estrés, y desesperación que atribuyen a una salud mental disminuida.
La Asociación Americana de Psicología (AAP) explica que la buena salud mental conduce a una autoimagen positiva y a la vez promueva la formación de relaciones satisfactorias y ayuda a tomar buenas decisiones y afrontar desafíos en la vida cotidiana. La AAP relaciona tener mala salud mental y no buscar ayuda con el quebrarse una parte del cuerpo y no ir al médico. Al igual, un artículo de la revista Psicología Iberoamericana de la Universidad Iberoamericana en México habla sobre como la salud física y mental y el bienestar social son componentes que están fundamentalmente ligados.
El artículo define la violencia conyugal o doméstica como, “el acto abusivo de poder u omisión intencional, dirigido a dominar, someter, controlar, o agredir de manera física, verbal, psicológica, patrimonial, económica y sexual a quien es agredido dentro o fuera del domicilio familiar,” donde existe una relación de matrimonio, concubinato en el presente o pasado. Más allá de esto, el análisis histórico de la violencia dentro del ámbito familiar reveló que es un comportamiento aprendido, transmitiéndose de generación a generación. Esto recalca la importancia de buscar ayuda para la salud mental de no solo la víctima, sino los hijos dentro de una situación de violencia doméstica. El artículo también menciona que el daño psicológico causado por la violencia doméstica es producido en la esfera emocional y al contrario del abuso físico donde existen, generalmente, huellas visibles en el ámbito emocional la víctima es la única persona que puede referir sus sensaciones y malestares emocionales.
En términos de factores biológicos existen trastornos que afectan a la comunidad Latina al mismo índice que el resto de la población como la esquizofrenia, el trastorno de ansiedad generalizada, depresión mayor, estrés postraumático, y trastorno bipolar. Sin embargo, según la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental, solo un 27.3% de Latinxs con una condición de salud mental buscaron ayuda profesional para el cuidado de su salud mental en el 2012. Los trastornos biológicos y los factores sociales y psicológicos que afectan a la salud mental no existen en esferas separadas, sino que pueden estar presente al mismo tiempo. La salud mental en víctimas de violencia doméstica y otros tipos de abuso es tan importante como la salud física ya que la sanación de una persona tiene que ser completa. Para encontrar información general sobre la salud mental y encontrar servicios de tratamiento en su área, llame a la línea de referencia de la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental (SAMHSA, por sus siglas en inglés) al 1-800-662-4537.

Mil Mujeres es una organización sin fines de lucro que fue fundada en 2007 para abordar la creciente necesidad de servicios legales bilingües para la comunidad latina en los Estados Unidos con énfasis en ayudar a sobrevivientes de delitos violentos, incluida la violencia doméstica, agresión sexual y agresión criminal. En los últimos catorce años, hemos ayudado a más de cinco mil personas con nuestros servicios legales y a más de veinte mil personas con nuestros servicios de información en todo el territorio nacional